Después del intercambio en Numancia de La Sagra, el grupo español viajó hasta Finlandia. A su vuelta, una de las participantes escribió este texto tan bonito sobre su experiencia:

⁠⁠⁠Creo que hablo por el nombre de todos cuando digo que esto ha sido una experiencia increíble y que volvería a repetir sin dudarlo. He conocido a gente impresionante y que merece la pena estar tantas horas de viaje para poder verlos de nuevo.

Es bastante triste pensar que va a ser muy complicado volver a verlos, y sólo poder hablar con ellos por una pantalla de ordenador o móvil, pero yo sinceramente me quedo con todo lo bueno que supera, sin dudar, a lo malo. Me acuerdo de cuando queríamos acabar las clases para que todo empezara, del primer día allí, nos recibieron con un cartel muy grande donde ponía «bienvenidos», las horas cantando en el bus, todas las comidas juntos, las risas de por las noches cuando tienes que hablar bajito para no despertar a nadie, la caminata para subir a la montaña, cuando nos bañamos en el lago a pesar de que el agua estuviera helada, los juegos que hemos hecho y aunque fueran los más sencillos del mundo estuvimos horas bajo la lluvia, las ganas de entrar en la sauna, o cuando nos llevaron a las cabañas, las vistas eran espectaculares, las charlas al lado del fuego, todos los juegos de mesa, las comidas nuevas que hemos probado, los días de compras, hacer los grupos y presentarnos a los padres, y lo más duro, sin duda, la despedida… 

Aunque para vosotros sean cosas normales para nosotros ha significado muchísimo. Y sí, hemos tenido enfados, algunos que otros problemas, diferencias…  Pero yo creo que eso es lo que hace tan especial este viaje, ya que todas las familias tienen dificultades, y ésta era nuestra familia de Finlandia. Y por eso digo que una cosa buena supera diez malas, porque todo lo que hemos vivido con ellos merece la pena. Os vamos a echar mucho de menos, aunque éste sólo es un ¨hasta luego¨. Rakastan sinua (te quiero)